Poemas de desamor

En el abismo de mi alma, el amor se desvaneció,
Susurros de despedida, en mi mente quedaron.
La esperanza se extinguió, como una vela que se apaga,
En silencio, mi corazón llora, en esta noche amarga.

Tus promesas eran fuego, ahora solo humo queda,
El amor que compartimos, como cenizas se dispersa.
Mis lágrimas son testigos, de este desamor profundo,
Un adiós sin retorno, en mi alma deja su luto.

En el espejo veo el reflejo de un amor perdido,
Las memorias se desvanecen, como hojas al viento ido.
Atravesando la oscuridad, mi corazón busca luz,
Pero en este desamor, solo encuentro mi cruz.

En el abismo de mi alma, el desamor se hace eco,
El dolor se arraiga, como espinas en mi pecho.
Tus palabras cortantes, como cuchillos en la piel,
Mi corazón sangra silenciosamente, en un eterno duelo.

El tiempo no cura las heridas de este desamor profundo,
El dolor persiste, como una tormenta en el mundo.
Las noches se vuelven más oscuras, los días más fríos,
Mi alma llora en silencio, por el amor perdido.

En el rincón oscuro de mi alma yace el desamor,
Lágrimas caen como lluvia, mi corazón está sin calor.
Tus promesas desvanecidas, como hojas en el viento,
En este abismo de tristeza, me pierdo sin aliento.

La distancia entre nosotros creció como un abismo,
El silencio se adueñó de nuestras palabras de amor.
Mi corazón, una maraña de recuerdos y despedidas,
Este desamor triste, en mi alma, se ha tejido.

Bajo el cielo estrellado, decimos adiós con pesar,
El amor que compartimos, ahora se desvanece en el aire.
Tus ojos tristes reflejan mi propio dolor,
En esta despedida, perdemos lo que una vez fue nuestro calor.

Las palabras no pueden expresar la agonía de este adiós,
Nuestro amor se desmorona, como castillos de naipes sin voz.
En el rincón del olvido, nuestras promesas se desvanecen,
Este desamor y despedida, en mi corazón, siempre permanecerán.

En las sombras de la noche, el eco del desamor me persigue. Como un naufragio en aguas turbulentas, mi corazón se hunde en el abismo de la tristeza. Cada recuerdo nuestro es un puñal que se clava en mi alma, recordándome lo que una vez tuvimos y perdimos.

Las promesas de amor eterno ahora son solo palabras vacías, como hojas que caen en otoño, marchitándose en el suelo frío del olvido. El silencio entre nosotros es un muro impenetrable, separándonos cada vez más.

Mis lágrimas son las palabras no dichas, las noches en vela, los suspiros ahogados en la almohada. En mi mente, repaso una y otra vez los momentos felices que compartimos, como si pudiera encontrar una manera de volver atrás en el tiempo y evitar este desenlace amargo.

Pero la realidad es implacable, y el desamor se ha instalado en mi vida como un huésped no deseado. Ahora, solo me queda el consuelo de la soledad y la esperanza de que algún día el dolor se desvanezca. El desamor, un viaje doloroso del que no puedo escapar.

Bajo la luna pálida, mi alma llora en silencio,
El desamor se adueña de mí, como un invierno sin resplandor.
Tus besos y abrazos, ahora solo son un recuerdo distante,
Mi corazón se desangra en lágrimas, en este triste instante.

Cada palabra no dicha, cada promesa rota,
Son espinas que perforan mi alma, en esta noche rota.
Las estrellas en el cielo, testigos de mi lamento,
El desamor me consume, en este cruel tormento.

Mi voz se quiebra en suspiros, mis ojos un río de tristeza,
El eco de tu ausencia resuena en mi conciencia indefensa.
En esta oscuridad, busco la luz de lo que fue,
Pero solo encuentro sombras de un amor que ya no prevalece.